El niño que nació el 9 de noviembre de 1989,
día en
que se derribó el odioso Muro de Berlín, es ahora un adulto y posiblemente ya se graduó de la universidad o está trabajando para mantener a una familia,
pero aun así tiene quizás una vaga referencia de lo que fue aquella muralla de
muerte y oprobio que desde el comienzo de su construcción en agosto
de 1961 se convirtió en símbolo de un mundo en el que la humanidad
no quería vivir.
Para los mayores, la foto de Peter Fetcher agonizando
tras haber recibido varios disparos de los guardias comunistas alemanes
mientras trataba de escapar hacia la libertad, estará guardada en
su memoria para siempre. Fue una foto que dio la vuelta al mundo en 1962.
Tan cerrada era la República
Democrática Alemana (RDA), la menos democrática de las dos
Alemanias, que todavía no hay cifras exactas de la cantidad de muertos
en el Muro de Berlín. Algunas fuentes citan alrededor de 1.245. Una
exposición exhibida entre 2004 y 2005
donde estaba el muro, en la llamada "franja de la muerte", presentó mil
cruces con nombres y apellidos de hombres y mujeres acribillados a balazos,
intencionalmente.
Pero el Muro de Berlín era sólo el símbolo más visible de una ideología a cuya maquinaria represiva los sovietólogos franceses autores de El libro negro del comunismo, gente de izquierdas por cierto, atribuyen 100 millones de muertos en 70 años de poder marxista-leninista mundial.
Aun así, el siglo XXI se inauguró con el parto
del actual movimiento neocomunista, especialmente en América Latina.
Hugo Chávez y su sustituto Nicolás Maduro,
Evo Morales, Daniel Ortega, antiguo comunista resucitado como católico
y demócrata, y en gran medida Rafael Correa, no son más que
algunos ejemplos que han llegado a presidentes de sus países en este
continente, por la vía democrática, dentro de estados de derecho. A pesar de ello, estos nuevos dirigentes del llamado "socialismo del
siglo XXI" - ¿qué demonios es eso? - no ocultan sus simpatías
por los líderes que defendieron hasta el último minuto la inmoral
presencia del Muro de Berlín, las ejecuciones, la represión.
Foto: El cadáver de Peter Fetcher al pie del Muro de Berlín. (WikiCommons).
Muchos de aquellos líderes todavía viven y reprimen, entre ellos Raúl Castro en Cuba, y Kim Jong Un, en Corea del Norte. Los neocomunistas proponen las mismas ideas de los constructores del Muro de Berlín pero con máscara democrática, para destruir no sólo al capitalismo que odian de manera visceral, sino también a las instituciones democráticas que usaron para llegar al poder. Otros, con algo más de decencia, sólo guardan un silencio cómplice. Los neocomunistas, de sólo entrar en las casas de gobierno, quieren reformar las constituciones de sus países para hacer más cómoda y larga su estancia en el poder. Soberanía, socialismo y pueblo son las palabras más importantes de sus discursos. Nada de ese vocabulario radical ha producido jamás bienestar social alguno, pero ellos repiten estas palabras una y otra vez como un inútil sustituto del progreso real. Estas eran las mismas acciones y el mismo vocabulario de los viejos comunistas, de los que disparaban contra los que intentaban cruzar el Muro de Berlín, como los pandilleros chavistas que hemos visto disparando contra la oposición venezolana.
Tres escritores latinoamericanos, Alvaro Vargas Llosa, peruano, Plino Apuleyo Mendoza, colombiano, y Carlos Alberto Montaner, cubano, que en la década de los 90 escribieron El manual del perfecto idiota latinoamericano y Fabricantes de miseria, con abundante documentación sobre los sistemas que han producido bienestar social en este mundo, por fortuna y a propósito de los neocomunistas, también han publicado una especie de segunda parte del primero, El regreso del idiota.
En este
aniversario de la caída del Muro de Berlín, los jóvenes debían leer
estos tres libros. Con ellos aprenderán que sí, es cierto,
no todos los países democráticos y capitalistas han logrado
el desarrollo. Pero todos los países desarrollados son democráticos
y capitalistas. Por lo tanto, es muy importante no ser un idiota más.
(Hernández Cuéllar, autor de la columna Cafe Impresso, es director y editor de Contacto Magazine, revista que fundó en julio de 1994 en Los Angeles, California. Es también autor del libro ¡Última hora! - Manual para el consumidor de noticias de la era digital. Desde 1981 ha trabajado en todo tipo de medios: agencias de prensa, diarios, radio, televisión, semanarios, internet, revistas y redes sociales. Fue redactor de la agencia EFE en Cuba, Costa Rica y Estados Unidos, así como editor metropolitano del diario La Opinión de Los Angeles, California, e instructor de periodismo de la Universidad de California en Los Angeles, UCLA).
Para compartir este artículo:
Tocando en Vivo el Muro de Berlín
ROBERTO ALVAREZ QUIÑONES
Por estos días afortunadamente se cumplen ya 30 años de que el Muro de Berlín, o “Muro de la Vergüenza”, fue derribado con una apoteosis de júbilo indescriptible por miles de jóvenes berlineses, para ocupar un lugar clave en el criminal expediente histórico del comunismo.
Música, Cine, Festivales, Eventos Especiales
Tecnología - Redes Sociales, Teléfonos Inteligentes, Internet
EE.UU.: Los Hispanos Abrazan la Tecnología Digital
El Legado Hispano en Estados Unidos
Latinos en el Cine y la TV de Hollywood
Más de $60 Mil Millones en Remesas para América Latina
Para enviar un mensaje a ContactoMagazine.com
Más sobre los Latinos en Estados Unidos
Portada de ContactoMagazine.com
©
Contacto Magazine
Todos los Derechos Reservados. Prohibida la reproducción total o parcial
de los contenidos periodísticos de Contacto Magazine en medios impresos,
radio y televisión, libros, sitios web de Internet, CDs, DVDs y otros
medios de comunicación masiva. Los interesados en recibir una licencia
de reproducción del contenido de Contacto Magazine, pueden enviar
una solicitud al editor.
América-Mundo, Inmigración, Arte y Cultura, Espectáculos, Ciencia y Salud, Latinos
en EE.UU. México, Cuba, Tecnología, Un
Poco de Humor, Fiesta Latina, Comida Latina, Café Impresso, Portada
La informática se está convirtiendo poco a poco en un arma peligrosa, y las guerras del futuro ya se están librando a ciertos niveles en el espacio cibernético. El secretario de Defensa de EE.UU., Chuck Hagel, informó que el Pentágono está dándole una importancia significativa a su unidad de ciberguerras con el propósito de frenar cualquier ataque extranjero contra sus redes e infraestructura.
¿Se Puede Predecir un Terremoto?
Desde hace años los californianos esperan un devastador terremoto de más de ocho grados en la escala de Richter, que ha sido bautizado antes de llegar con el nombre de "El Grande" (The Big One). Muchos creen que cuando ello ocurra, California podría quedar dividida en dos, con la región que corre sobre las costas del Pacífico posiblemente convertida en una isla. ¿Exageración?
¿Un Sustituto para Estados Unidos?
• Un Estudio de Inteligencia Militar Señala que la Economía de China Superará a la de EE.UU. antes de 2030.
• Si Bien el Poder Económico, Tecnológico y Militar de Washington es Asombroso, su Enorme Deuda Pone los Pelos de Punta.
• Analistas de Ideas Contrarias como Carlos A. Montaner, Noam Chomsky y Roberto Alvarez Quiñones No Ven un Competidor para EE.UU.
Las dantescas imágenes del derrumbe de las torres gemelas del World Trade Center de Nueva York en 2001, las apocalípticas escenas de las guerras de Irak y Afganistán y el estallido de la crisis financiera de 2008 que profundizó el camino hacia la Gran Recesión, así como el impresionante crecimiento económico de China y la enorme deuda pública de Washington son, para muchos, pruebas irrefutables de que Estados Unidos no podrá ser por mucho tiempo más la potencia hegemónica más próspera y poderosa que haya conocido la historia de la humanidad. ¿Será cierto? Y si lo es, ¿qué otro país podría ocupar esa privilegiada posición?
Reforma Migratoria: ¿Por Qué en el 86 Sí?
Durante una larga etapa, el Congreso de Estados Unidos, organizaciones comunitarias, líderes políticos y religiosos, amigos y enemigos, han sido protagonistas de un intenso debate acerca de la posibilidad de cambiar las leyes de inmigración, ante la presencia innegable de 11 millones de extranjeros sin documentos migratorios. En 1986 se aprobó una reforma a las leyes vigentes que permitió la legalización de unos tres millones de inmigrantes indocumentados. En la última década, repetir aquel proceso con éxito, ha sido poco menos que imposible. ¿Por qué aquella vez sí se pudo y ahora el mismo propósito se mantiene en el limbo?