El triunfo de la cultura de masas y de la economía de mercado, elementos que van de la mano, produjo una tenaz guerra por las audiencias en los medios de comunicación de casi todo el mundo. Pero otro triunfo, el de la revolución tecnológica, amenaza con cambiar el rostro de esa guerra y dejar muchos cadáveres en los campos de batalla. Surgen entonces, por una parte, la pregunta de cómo será esa nueva confrontación, que ya ha comenzado, y la curiosidad, por otra, por saber quiénes van a ganarla y con qué armas.
Ahora, en la segunda década del siglo XXI, sin dudas, la televisión es todavía la reina de las audiencias. En ese campo de batalla, las fórmulas actuales para atraer a las grandes masas han pasado de la originalidad a la uniformidad. Antes había que competir con contenidos originales. En el presente, especialmente en los llamados reality shows, los formatos de concursos, por ejemplo, son muy parecidos. Qué shows meter en la programación, ya no es tan importante. Copiar y pegar, es lo más común. Cómo hacer el programa, es la clave. Y no es un asunto puramente de Estados Unidos. En 2009, la televisión turca inauguró un programa de corte occidental llamado Los arrepentidos compiten, que desató una ola de críticas de líderes religiosos y de no pocos políticos. En ese programa, concursantes de varias religiones compiten por convertir al islam, al cristianismo o al judaísmo, a 10 ateos. Los ganadores reciben un viaje a lugares santos de sus propias religiones. En Paquistán, la televisión presenta un show llamado ¿Quién quiere ganar un bebé?. Los competidores son parejas que no pueden tener hijos, y el show entrega bebés a los ganadores. En España, el show Gran Hermano se ha estado transmitiendo durante 14 años consecutivos.
Mientras todo esto ocurre, las nuevas generaciones están experimentando algo diferente. Nuestros hijos y nietos ya no se sientan con nosotros en el sofá de la sala frente al televisor familiar. De hecho, hace mucho que no lo hacen. Pero ahora, tampoco van a sus dormitorios a ver en su tele otros programas de su preferencia. Están sentados en una cafetería, de pie en una parada de autobús, o hasta en las aulas, frente a los maestros, con su móvil inteligente en la mano. Ven los vídeos que quieren, o pasan horas y horas en Facebook, en YouTube o en Twitter, sin la más mínima preocupación por los horarios televisivos. También interactúan con sus amigos, a través de mensajes de texto, mucho más que en persona. Leen o ven las noticias de su interés, en los medios que desean, a la hora que desean y en el lugar que desean, en el alucinante mundo de las pequeñísimas pantallas digitales. No hay que ser cartomántico para adivinarlo. Ese es el nuevo rostro de la guerra por las audiencias…, el nuevo campo de batalla.
Las grandes compañías mediáticas lo saben, y ya están haciendo fuertes alianzas con los fabricantes de tecnologías. El 15 de agosto de 2013, Showtime anunció el lanzamiento de su nueva versión de SHO Sync para los propietarios de televisores de LG Electronics. Esta aplicación permite a los televidentes con los modelos de 2012 y 2013, conectarse a Internet para ver en tiempo real series como Dexter and Ray Donovan. Todo lo que hay que hacer es saber manejar el control remoto, no sólo para ver las series, sino también para tener acceso a encuestas y trivias, sin tener que descargar nada.
El gigante surcoreano Samsung fue más allá. Sus teles inteligentes no sólo están conectadas a redes sociales y aplicaciones. Ahora, el televidente le habla al control remoto, y éste echa a andar todo el rollo. Además, este prodigio tiene la capacidad de activar su cámara y tomar al propio televidente, lo cual convierte al aparato en una herramienta de seguridad. Claro, mientras más sofisticado es el aparato, hay mayores posibilidades de que los hackers tomen el control. Samsung lo sabe, y ha prometido más actualizaciones de protección.
¿Cómo será la programación televisiva para esa nueva generación? Internet trajo consigo la divisa de que "el contenido es el rey". La febril batalla por las audiencias tendrá que librarse en ese campo. Posiblemente, copiar y pegar no será suficiente. La red de redes es demasiado amplia, la oferta es extraordinariamente variada y numerosa, y permite a los usuarios ir a cualquier parte en busca del contenido de su preferencia. Antes había que conformarse con las señales que entraban a la región donde vivíamos. Ahora, la audiencia vuela libremente hacia su destino, de canal en canal, de ciudad en ciudad, de país en país. Para los amantes de las telenovelas y series de televisión, ya no es necesario siquiera ver un capítulo por día. Hoy, muchas cadenas televisivas presentan en la red esas producciones de un tirón, divididas por episodios, que se pueden ver uno detrás del otro. Los noticieros de televisión están colgando en la red sus principales reportajes, para que el usuario seleccione el que quiere ver. Cada archivo de video que se baja, por supuesto, comienza con el anuncio comercial del patrocinador. Eso no es agradable para mucha gente, pero garantiza la supervivencia del mundo mediático con fórmulas de financiamiento parecidas a las que han existido hasta ahora.
Por lo menos la televisión, ¿será mejor o peor que la actual? Nadie lo sabe todavía.
(Hernández Cuéllar es director y editor de Contacto Magazine,
revista que fundó en julio de 1994 en Los Angeles, California. Desde 1981 ha
trabajado en todo tipo de medios: agencias de prensa, diarios, radio, televisión, semanarios, internet, revistas y redes sociales. Fue redactor de la agencia EFE en Cuba,
Costa Rica y Estados Unidos, así como editor metropolitano
del diario La Opinión de Los Angeles, California, e instructor de periodismo
de la Universidad de California en Los Angeles, UCLA --- Biografía)
¿Por Qué la Violencia, las Intrigas y
el Sexo
Cautivan al Gran Público?
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Legado Hispano en Estados Unidos
Portada de Contacto Magazine
REPORTAJES ESPECIALES |
¿Por Qué Hay Tantos Hispanos en EE.UU.? Lejos están los días en que el gobernador de
Puerto Rico, Juan Ponce de León, arribó en 1513 a los alrededores
de lo que más tarde sería la ciudad de San Agustín,
en el estado norteamericano de Florida. Su viaje fue el preludio de una fuerte
presencia hispana en el suroeste de Estados Unidos, y finalmente en todo
el territorio estadounidense. Más cerca están las olas migratorias
latinoamericanas que hoy día pueblan este país desde Los Angeles,
San Diego y San José hasta Miami, Dallas, Chicago y Nueva York. Estas últimas
obligan a formular una pregunta importante: ¿por qué hay 52
millones de hispanos en Estados Unidos? Nación poderosa y rica, Estados
Unidos es una especie de síntesis del cielo y del infierno... Luz María Escamilla llegó a
Estados Unidos en 1980 con siete meses de embarazo de su segunda hija.
Es originaria de Guanajuato, México, y antes de venir había
estudiado un año administración de empresas en la Universidad
de Michoacán. Cuando Roberto Goizueta fue nombrado presidente
y director ejecutivo de la Coca-Cola en 1981, los cubanos radicados en
Estados Unidos lo asumieron como un símbolo del éxito empresarial
de su comunidad, en el país más poderoso del mundo. Shakira, Juanes, Kike Santander, Sofia Vergara, Patricia Janiot y Más Hijo de un asesor importante de la Organización de Estados
Americanos (OEA) y nieto de un embajador de Colombia en Estados Unidos, Dan
Restrepo pensó que el peso de sus ancestros no le permitía
mucho margen para abrirse paso en la carrera política. No fue así.
Hoy día es el director para asuntos del Hemisferio Occidental del
Consejo de Seguridad Nacional del presidente Barack Obama y asesor especial
del mandatario estadounidense. La actriz cubanoamericana Eva Mendes es hoy día una de las intérpretes más populares del cine de Hollwyood. Entre sus filmes más conocidos están 2 Fast 2 Furious, Hitch, Training Day, We Own the Night and The Spirit. De padres cubanos, Mendes nació en Miami, Florida, el 5 de marzo de 1974, pero creció en Los Angeles. |